Testimonio de Emerita Padilla, Azacualpa, Choluteca. Acción innovadora «Acuaponía»
Honduras es uno de los países más vulnerables a las consecuencias del cambio climático a nivel mundial, esto provoca grandes secuelas para las familias hondureñas especialmente las que habitan en el “Corredor Seco” ubicado en la zona sur del país, provocando un aumento en la inseguridad alimentaria, nutricional, y de la pobreza, entre otros problemas que afectan a las familias que viven en esta región.
Debido a la pérdida de las cosechas, por efecto de las sequias, los precios de los alimentos han aumentado entre un catorce y veinte por ciento, lo que hace más difícil a la población adquirir los productos de la canasta básica. Ante esto, las familias, especialmente en las áreas rurales, están optando por reducir tanto el número de comidas como la calidad de las mismas, aumentando los índices de desnutrición.
Para hacerle frente al cambio climático y mitigar la terrible situación que están atravesando aproximadamente 2,038, 998 personas de esta región, la Unión Europea como socio estratégico de Honduras contribuyó con 289,756 EUROS, y puso en marcha el Proyecto “Acuaponía para la Seguridad Alimentaria Familiar”, implementado por World Renew (Mundo Renovado) asociado con Diaconía Nacional e impulsado a través de la Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria y Nutricional (UTSAN) por medio del Proyecto EUROSAN Occidente.
El Proyecto “Acuaponía para la Seguridad Alimentaria Familiar” implementó una tecnología innovadora y sostenible para promover la seguridad alimentaria en la zona del “Corredor Seco” con el propósito de beneficiar alrededor de 100 hogares y sus comunidades con un modelo de producción de alimentos que permite que una familia pueda producir de manera permanente carne de pescado y vegetales.
El Proyecto se ejecutó en las comunidades de Laure Abajo, Caimito Corinto y Agua Zarca en el municipio de San Lorenzo departamento de Valle;, y Azacualpa, Varsovia, Quebrada Honda y Las Hormigas, en el municipio de El Triunfo y Quebrada Honda en el municipio de Namasigue departamento de Choluteca en la comunidad de Azacualpa municipio de El Triunfo, es una de las regiones más áridas de Honduras donde la temporada seca inicia en el mes de noviembre y finaliza en mayo, dificultando la siembra de alimentos tradicionales en la región.
Con la implementación de este modelo de producción innovador y sostenible se contribuye a la seguridad alimentaria de las familias durante todo el año produciendo cultivos de forma escalonada, mejorando así la dieta de las familias mediante la adición de alimentos ricos en micronutrientes, minerales y proteínas.
En Azacualpa, en el Barrio Santa Almira, vive doña Emérita Padilla, persona de la tercera edad, madre soltera con cinco (5) hijos; ella y su hija menor Paola Padilla, de diecinueve años de edad, quién sufre síndrome de Down, son beneficiarias de este proyecto.
“En esta región solo se podía sembrar en el invierno porque durante el verano la tierra es muy seca y es imposible sembrar ya que las temperaturas alcanzan los 46 grados, es un calor intenso, pero gracias a esta nueva técnica de cultivo puedo sembrar durante todo el año, se mantiene el agua día y noche y no hay que estar regando; siembro pepinos, tomates, culantro y otros vegetales durante todo el año, en mi hogar ya no hace falta la comida” explica doña Emérita.
Señala además, que Paola, su hija, ha aprendido bastante con este Proyecto
“Se encarga de darle de comer a los peces, de limpiar y supervisar los cultivos. Este proyecto en lo particular me ayuda a relajarme, es como una terapia. Ver los cultivos y la pila de peces me hacen olvidarme de mis problemas”.
Con la implementación del sistema de Acuaponía, ahora las familias del “Corredor Seco” pueden practicar el cultivo sostenible, superando las barreras como la sequía, la falta de disponibilidad de espacio y la baja fertilidad de los suelos. Otro de los resultados es que doña Emérita con los conocimientos y experiencia adquirida a través del Proyecto Acuaponía, capacita a las mujeres de su comunidad, implementando de esta manera una cadena de formador de formadores.
“Con los conocimientos adquiridos a través de las diferentes capacitaciones, he capacitado a mujeres de mi comunidad en este tipo de cultivo. Este proyecto nos ha beneficiado bastante porque tenemos pescado, pepinos y diferentes vegetales, por ejemplo, si yo quiero un pepino solo tengo que salir y cortarlo, es sano, no le echo ningún abono ni fertilizante; si quiero un pescadito solo tengo que sacarlo, lavarlo y cocinarlo. Yo me siento contenta y agradecida porque tenemos comida sana en mi hogar que puedo compartir con mi familia. Gracias Unión Europea y Mundo Renovado por este importante Proyecto” expresó Doña Emérita Padilla.
Facilitar el acceso a tecnologías innovadoras para mejorar las condiciones de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Honduras es el objetivo del resultado 5 del proyecto Eurosan Occidente, el cual ha sido posible ejecutar gracias al apoyo financiero de la Unión Europea por medio de la UTSAN, y el compromiso de organizaciones que deciden trabajar por el desarrollo del país.
