white pixel

El COVID-19 se convirtió en una pandemia, pero estas no son nuevas para la humanidad, se pueden rastrear desde la antigüedad hasta nuestros días, por ejemplo: la gripe de 1918, la AH1N1 de 2009, el SARS, entre otros.

Cada brote es distinto y lleva su propia complejidad, pero debemos aprender a convivir con el virus, tal como se hizo con otros desastres sanitarios como el sida, ébola y zika.

En el caso del llamado, popularmente, “coronavirus”, cada país ha tomado medidas distintas, que generalmente terminan en una cuarentena, no para evitar el contagio, sino para reducir la presión sobre los sistemas de salud, lo que han denominado “aplanar la curva”.

Esto porque al aumentar los casos de gravedad rápidamente, colapsan el sistema sanitario y aumenta la probabilidad de muerte.

La enfermedad surgida en 2019 en Wuhan, China, ha contagiado a la fecha a 3.9 millones de personas en el mundo, de estos se han recuperado 1.2 millones y, lamentablemente, más de 272 mil personas han muerto. En este periodo, Honduras registra 1,685 casos, con 154 recuperados y 105 muertos.

Al ser un virus nuevo, de rápida propagación, la humanidad no estaba preparada, pero las reacciones y medidas tomadas están permitiendo, después de varios colapsos sanitarios en diversos países, reducir el número de contagios por el distanciamiento social, pero esto no significa que no nos vayamos a contagiar.

Las posibilidades de contagio aumentaran debido a que mantener la cuarentena no es sostenible.

Entre las consecuencias que se están viendo por las medidas de cuarentena se cuentan:

  • Familias que viven el día a día padeciendo hambre.
  • La economía del país se desplomó.
  • Empresas pequeñas, medianas y grandes están en bancarrota.
  • Los precios de las materias primas cayeron, lo que afecta a la Región porque provoca menos entrada de dólares por las exportaciones.
  • Se han interrumpido algunas cadenas de suministros.
  • Hay una menor demanda de servicios turísticos.
  • El mercado de servicios, en general, está parado.
  • Aumento del desempleo.

Todos estas consecuencias provocan miedo en las personas, pero de sostenerse las medidas de aislamiento social, Honduras y el mundo caerán en una «recesión global«. Por eso debemos aprender a vivir con el virus.

Si bien la crisis ha dejado al descubierto la falta de protección social, el deterioro del sistema de salud pública y la desigualdad en Honduras, por otra parte, está dejado importantes lecciones que nos harán plantearnos nuevos modelos de desarrollo, donde el rol del sector público y privado tendrá que ser mayor.

También nos permite cuestionarnos el modelo de globalización, donde debemos impulsar cambios positivos para hacer las cosas de mejor manera y no continuar con los mismos patrones de comportamiento.

Viviendo con el COVID-19

El desarrollo de una vacuna para el coronavirus se demorará al menos 1 año, por eso las medidas para combatir la pandemia persiguen evitar que nos contagiemos demasiado pronto y muchos a la vez. Pero, a mediano y largo plazo, no evitarán que nos acabemos contagiando.

Son muchos los que, seguramente, deseen seguir con las medidas estrictas de confinamiento, creyendo que así pueden evitar el contagio. Y es una opción válida bajo el argumento de preservar a cualquier costo la vida de las personas.

Pero si actuamos bajo esta premisa, quizás nunca podamos volver a una “vida normal”. La razón de esto es que, bajo la restricción de movilidad y distanciamiento, los contagios se reducirían al mínimo y habría que esperar hasta que exista una vacuna, ya que no se avanzaría en la generación de personas con inmunidad de manera natural.

Además, no es posible paralizar o reducir demasiado la actividad del país durante varios meses. Para producir alimentos y demás bienes y servicios, hace falta que la gente se desplace.

Y sin estos bienes y servicios, la sociedad podría colapsar, pues todos necesitamos recursos para vivir. Es decir, se debe mantener la actividad económica y el resto de actividades sociales.

Muchos invocan el largo confinamiento que han mantenido en Hubei, China, como modelo a imitar. Pero esta provincia tiene una población que representa un pequeño porcentaje de la población de aquel país.

En Honduras sería como confinar a una pequeña ciudad, como Juticalpa, mientras el resto del país mantiene la actividad.

Si bien la vida humana no tiene precio, las consecuencias de no aprender a vivir con el virus serán potencialmente mortales para un conjunto más amplio de la población.

En el caso del Estado, reduciría aún más su capacidad de prestar servicios, ya que depende de los impuestos. En las personas, no tendrían fuentes de ingresos para proveerse de alimentos, En el sistema de salud, no se podrían atender enfermedades crónicas y otro tipo de padecimientos porque carecerían de recursos. En el sistema de producción, no se tendrían alimentos para la población.

Entonces, la opción es volver a una “nueva normalidad”, claro, tratando de reducir al mínimo el nivel de contagios, por ejemplo: manteniendo el uso de mascarillas, lavándonos con agua y jabón las manos con regularidad, tratando de tomar ciertas medidas de distanciamiento social, entre otras.

Claro, las autoridades deberán observar con atención el curso de la pandemia; necesitarán datos epidemiológicos certeros y sistemas para rastrear contagios. Y, en función de lo que ocurra, deberían ajustar la severidad de las medidas.

Ante esto, no se trata de elegir entre la vida o el sistema económico y social, sino que es mantener un equilibrio donde se busca salvar la mayor cantidad de vidas posibles, ya que, si se siguen las medidas de confinamiento, y debido a la debilidad del sistema de protección social, la gente comenzará a morir, pero de hambre.

Al flexibilizarse las medidas también se logra que el clima de temor e incertidumbre merme, pues al retomar ciertas actividades se va a ir perdiendo, un poco, la sensación de que estamos frente a un problema.

Aunque debemos recordar siempre que el virus estará presente y no debemos tener una falsa sensación de confianza por la flexibilización de medidas.

En el país hay muchos municipios que podrían iniciar con este tipo de medidas de flexibilización debido a que no registran ningún contagio, siendo las áreas de Cortés y Francisco Morazán las que tienen un mayor riesgo, pero aún así deben iniciar, tarde o temprano, las medidas de flexibilización.

Hay que recordar siempre que el distanciamiento social sirve, pero la mejor medida de prevención sigue siendo lavarse las manos con agua y jabón cada cierto tiempo. También debemos evitar las reuniones entre varias personas y creer que por llevar una mascarilla se está a salvo.

DATOS DE INTERÉS GENERAL

Fuente: OMS

¿Qué es un coronavirus?

Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades en animales y en humanos. En los humanos, varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS).

El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.

¿Qué es el Covid-19?

Es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus y que actualmente es una pandemia porque afecta a muchos países de todo el mundo.

¿Cuánto tiempo transcurre entre la exposición y los síntomas?

El tiempo que transcurre entre la exposición a la COVID‑19 y el momento en que comienzan los síntomas suele ser de alrededor de cinco o seis días, pero puede variar entre 1 y 14 días.

¿Cuáles son los síntomas?

  • Fiebre.
  • Tos seca.
  • Cansancio.
  • Dolor de cabeza.
  • Congestión nasal.
  • Diarrea.
  • Dolor de garganta.
  • Conjuntivitis.
  • Erupciones cutáneas.
  • Cambio de color de los dedos y los pies.
  • Pérdida del gusto u olfato.

La mayoría de las personas (cerca de 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario.

1 de cada 5 personas termina desarrollando un cuadro grave y presenta dificultades para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas previas como hipertensión arterial, problemas cardiacos o pulmonares, diabetes o cáncer tienen más probabilidades de presentar cuadros graves.

¿Qué hacer?

Si llegas a mostrar síntomas leves, como tos o fiebre, tienes que aislarte de otras personas y vigilar los síntomas que presenta para evaluar su evolución.

Sin embargo, si llegas a presentar síntomas graves, particularmente los de dificultad de respiración o presión en el pecho, busca inmediatamente a un doctor o llama a un centro de salud.  

En Honduras siguen presentes otras enfermedades como el dengue, por lo que no hay que ignorar síntomas como la fiebre y, si llega la necesidad de buscar ayuda médica, tome las precauciones de sanidad para salir de su casa, usando mascarilla y tomando la distancia adecuada.

¿Cómo se propaga?

Aunque aún la OMS y otras entidades siguen investigando todas las formas de propagación, lo que se conoce oficialmente es que el virus se propaga de persona a persona a través de la saliva.

La enfermedad viaja por medio de las gotas de saliva que se expulsan al hablar, toser o estornudar. Estas gotículas son relativamente pesadas, por lo que no viajan lejos y caen rápidamente al suelo, pero si pueden quedar adheridas en cualquier objeto o superficie, lo que implica que al tocar esas superficies nuestras manos quedan contaminadas y al tocarnos la boca o nariz nos podríamos infectar.

Muchas personas con COVID‑19 presentan solo síntomas leves, esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad, por lo que es posible contagiarse de alguien que solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo.

Según la OMS, las personas sin síntomas pueden transmitir el virus.

No hay pruebas de que los animales puedan transmitir el virus a las personas, aunque se recomienda adoptar medidas de higiene básicas al tener contacto con animales.

¿Qué significa aislarse?

El aislamiento es una medida importante que adoptan las personas con síntomas de COVID‑19 para evitar infectar a otras personas de la comunidad, incluidos sus familiares.

El aislamiento se produce cuando una persona que tiene fiebre, tos u otros síntomas de COVID‑19 se queda en casa y no va al trabajo o a lugares públicos. Lo puede hacer voluntariamente o por recomendación.

¿Qué significa ponerse en cuarentena?

Significa separarse de los demás porque ha estado expuesto a alguien con COVID‑19 aunque usted mismo no tenga síntomas. Durante la cuarentena, debe vigilar su estado para detectar síntomas. El objetivo de la cuarentena es prevenir la transmisión.

En este caso:

  • Ocupe una habitación individual amplia y bien ventilada con retrete y lavabo.
  • Si esto no es posible, coloque las camas al menos a un metro de distancia.
  • Manténgase al menos a un metro de distancia de los demás, incluso de los miembros de su familia.
  • Controle sus síntomas diariamente.
  • Permanezca en cuarentena durante 14 días, incluso si se siente bien.
  • Si tiene dificultades para respirar, póngase en contacto inmediatamente con el servicio de salud. Llame por teléfono primero, si es posible.
  • Permanezca positivo y con energía manteniendo el contacto con sus seres queridos por teléfono o internet y haciendo ejercicio en casa.

¿Existe un tratamiento?

No existe por el momento una vacuna o medicamento que erradique la enfermedad, aunque si hay medicina occidental, tradicional y casera que pueden ayudar a aliviar los síntomas leves del virus. Sin embargo, se recomienda a quienes estén enfermos que descansen, beban mucho líquido y coman nutritivamente.

¿Qué precauciones puedo adoptar?

  • La mejor medida es lavarse las manos con agua y jabón.
  • Al salir o entrar en contacto con personas, mantenga la distancia de 1 metro como mínimo.
  • Use mascarilla para resguardarse, pero recuerde que si toca la mascarilla y luego su cara, se podría contagiar igualmente.
  • Use guantes de látex al salir, pero recuerde que si toca los guantes al sacárselos o si se toca el rostro con los guantes puestos, igual puede contagiarse.
  • No se toque ojos, boca o nariz cuando lleve mascarilla y guantes. También evite tocárselos si no se ha lavado las manos.
  • Al toser, cubra su rostro con el codo, no con la mano.
  • Al regresar a su casa, quítese la ropa y zapatos antes de ingresar, déjela aparte de sus otras prendas o lávela de inmediato.

¿Cómo se utiliza adecuadamente una mascarilla?

  1. Antes de tocar la mascarilla, lávese las manos con agua y jabón.
  2. Inspeccione la mascarilla para ver si tiene rasgaduras o agujeros.
  3. Oriente hacia arriba la parte superior (donde se encuentra la tira de metal).
  4. Asegúrese de orientar hacia afuera el lado correcto de la mascarilla (el lado con color).
  5. Colóquese la mascarilla sobre la cara. Pellizque la tira de metal o el borde rígido de la mascarilla para que se amolde a la forma de su nariz.
  6. Tire hacia abajo de la parte inferior de la mascarilla para que le cubra la boca y la barbilla.
  7. No toque la mascarilla mientras la lleve a efectos de protección.
  8. Después de usar la mascarilla, quítesela con las manos limpias; retire las cintas elásticas de detrás de las orejas manteniendo la mascarilla alejada de la cara y la ropa, para no tocar las superficies potencialmente contaminadas de la mascarilla.
  9. Deseche la mascarilla en un contenedor cerrado inmediatamente después de su uso. No reutilice la mascarilla.
  10. Practique la higiene de las manos después de tocar o desechar la mascarilla. Siempre láveselas con agua y jabón.

¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en las superficies?

Diversos estudios han demostrado que el virus de la COVID‑19 puede sobrevivir hasta 72 horas en superficies de plástico y acero inoxidable, menos de 4 horas en superficies de cobre y menos de 24 horas en superficies de cartón.

¿Cómo lavar las frutas y verduras para evitar contagios?

Antes de tocarlas, lávese las manos con agua y jabón. Después, lave las frutas y las hortalizas a fondo con agua potable, sobre todo si las come crudas.

Rumores y su veracidad        

En tiempos donde la información circula vertiginosamente, es habitual que se origen rumores y noticias falsas originadas de personas inescrupulosas que buscan propagar el miedo y la desinformación.

  • Las redes 5G no propagan el virus: el coronavirus no puede propagarse por ondas electromagnéticas, solo por las gotas de saliva al toser, hablar o estornudar.
  • Beber alcohol no lo protegerá del virus: el consumo frecuente de alcohol puede aumentar el riesgo a su salud y no lo protege del virus.
  • Estar expuesto a temperaturas altas o bajas no previene que se contagie: por más caliente o frío que este, aún podrá contraer el virus. El COVID-19 puede transmitirse en cualquier zona.
  • Mantener la respiración por diez segundos no ayuda a probar que no esté contaminado: solo por un examen de laboratorio se puede confirmar si está infectado o no; más bien, hacer este ejercicio puede ser perjudicial, ya que la enfermedad ataca las vías respiratorias.
  • Sí puedes recuperarte del Covid-19: contraer el nuevo coronavirus no significa que lo vayas a tener por toda la vida. Si contraes la enfermedad puedes recuperarte y eliminarlo por completo.
  • El nuevo coronavirus no puede transmitirse a través de las picaduras de mosquitos: el Covid-19 es una enfermedad respiratoria que se propaga por el contacto con una persona infectada, a través de las gotículas. A la fecha, no hay información que indique que la enfermedad se propague por mosquitos.
Compartir:

Unión Europea

Este sitio web ha sido creado y mantenido con el apoyo financiero de la Unión Europea. Su contenido es responsabilidad exclusiva del Proyecto EUROSAN Occidente y no necesariamente refleja los puntos de vista de la Unión Europea.

Súmate a la comunidad

Únete y apoya el desarrollo de la alimentación, nutrición e innovación de Honduras.

¡Gracias, has sido suscrito!

Share This